EL RINCON DEL ESPECTADOR: TORRENTE 4

Visto lo visto este fin de semana, Torrente va camino de batir todos los registros del cine de los últimos años. En solo 3 días, la nueva aventura del personaje más casposo de España, ha ingresado nada menos que 8 millones de euros, consiguiendo llevar a las salas a nada menos que un millón de espectadores.

Vengo a decir ésto porque a lo largo del fin de semana he ido escuchando que si la película era mala, que si era soez y sin argumento, incluso que no consigue hacernos reír como las anteriores (por anteriores me refiero a la uno y la dos).

Desde mi punto de vista la encontré una peli entretenida, a la cual puedes dedicarle dos horas en tu vida. Aunque las críticas son buenas para aprender y no cometer los mismos errores en el futuro. Por ello, quiero exponer ciertos aspectos de la película que quizá, habrían cambiado muchas opiniones.

EL ESCUDERO DE TORRENTE

Empiezo por aquí porque es el ejemplo más obvio y que se puede ver sencillamente echando un vistazo atrás. Julito (Rin rin), es el personaje que interpreta Kiko Rivera. Este “actor” tendría que haber pasado por la película como cualquier otro famosillo de los muchos que salen a lo largo de toda la saga, y dejar el papel de Julito a un actor que pudiera darle un toque distintivo. Atrás quedan personajes enigmáticos como Rafi (interpretado por Javier Cámara) o el Cuco del gran Gabino Diego. Destacar también al simpático para el espectador, Solís, al que da vida Javier Gutiérrez, que por cierto vemos en esta última entrega.

LA CHICA TORRENTE Y EL VILLANO

Ya me indigné bastante cuando escuche que María Lapiedra iba a interpretar a la amante de Torrente, pero cuál fue mi sorpresa que ni eso (lo cual agradezco). Pero lo que realmente me indignó fue la interpretación del malo de la peli, Francisco. ¿Qué pasa Santi? ¿No hay actores en España? Dejando atrás a personajes de las películas anteriores que tenían más peso en la trama de la película y que hacían el mismo rol que éstos. Grandes Neus Asensi y Jose Luis Moreno, dos claros ejemplos de que se pueden hacer grandes papeles y ser recordados.

LA TRAMA DE LAS DOS ÚLTIMAS ENTREGAS, FALLA

No me gustan. Y no me gustan porque no hay frescura, todo está como muy preparado y se sabe lo que va a pasar. Torrente debería volver a sus orígenes, en el que era el bueno de la película casi sin saberlo. Resolvía casos llevando una investigación paralela, la cual muchas veces entorpecía la que realmente acababa solucionando. Esas situaciones son las que verdaderamente hacían gracia, y no meterse la mano en el culo y ponérsela en la cara a otro una vez tras otra.

CAMEOS

Para terminar, de los más de 20 cameos de Torrente 4, sobran muchos por varias razones. Hay cameos de personajes que, para empezar, sólo están en la película por el simple hecho de salir en el mundo del famoseo. Personajes a los que se les tendría que haber explicado que no se les ha contratado para ser actores. El papel de Belén Esteban es un insulto a la interpretación, tendría que haber actuado como si fuera ella misma y quizá sus escenas hubieran sido divertidas, pero se dedicó a memorizar unas palabras que no le pegaban. Otras situaciones en las que hay cameos, simplemente no tienen relevancia sobre la trama y éstas se producen enfocadas a que salgan esos personajes, como en el caso de Ana Obregón.

Cameos en una película sí, pero hacer una película en torno  a los cameos no. Bien enfocados los cameos de los futbolistas en el partido de la cárcel y el de Risto Mejide y Hombres G.

CONCLUSIÓN

Y es que podemos decir que esta película es como un Big Mac del McDonald, sabes que no es sano, pero te gusta porque esta sabroso, llevándolo al símil con la película, sabes que no va a ser una obra de arte, pero pasas un buen rato y te ríes, aunque esto último no debería de ser a toda costa.

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